¿CÓMO SE LLEGA A LA ASTROLOGÍA
Es un hecho que los hombres de nuestra época se han cansado de preguntarse por el dónde, a dónde y el sentido de la vida. Los puntos de vista respecto a estas cuestiones, ya sean de tipo religioso, cientificista o filosófico, no les parecen lo suficientemente veraces y convincentes como para creerlos. Eso es comprensible. Pues aun cuando hayan pensado y actuado en el sentido de una u otra ideología, el transcurso del tiempo ha enfriado su entusiasmo y los ha decepcionado. La existencia humana no es tan solo una cruel casualidad, pues de la naturaleza observadora de la esencia del hombre sobresalen cosas que van más allá de su sola apariencia externa.
Dentro de las relaciones humanas están actuando en lo grande
y en lo pequeño, en lo general y en lo individual, tanto procesos absurdos,
destructivos y paralizadores que se ha abierto un abismo desesperante , entre
un reino del orden, de la belleza, de la placidez y otro del caos. Así tenían
que surgir las más serias dudas acerca de si, en el estado actual del espíritu
humano, aún se le podía dar algo al hombre que lo ordenase , lo devolviese a si
mismo y le ayudase a hallar su localización interior, a partir de la cual
pudiera volver a reconciliarse a pesar de toda la tragedia personal y humana,
consigo mismo, con su ambiente, con su mundo.
De forma que para muchos
se ha originado una situación, en la que todo lo dicho y escrito acerca
de los fines últimos del hombre se ha vuelto vacuo, y están atentos a si no se
agita en la realidad de nuestro mundo algo así como un lenguaje que sea un
lenguaje en actos y que demuestre sus verdades por sí mismo. Las circunstancias
han tomado los primeros pasos en esta dirección , pero sus esfuerzos sólo se
vieron certificados en el mundo de la materia. En cuanto se acercaban a lo vivo
, lo anímico, lo espiritual, no tenían éxito. Si se oyese un lenguaje en hechos
que explicase algo más del secreto de la
esencia humana y de la altura y grandeza del mundo, sería digno del hombre
repensar sus pensamientos-acto, adaptarse a ellos y unirse a ellos.
En esta situación, dibujada a propósito de forma muy
exagerada, y de la que hay variantes, puede acercarse al hombre a la
astrología. Puesto que está lleno de preguntas que no hallaron respuesta satisfactoria,
nace la suposición: podría ser que aquí hubiese algo. Después de que los
pensamientos humanos, las cosas y los procesos hablan de forma contradictoria o
callan demasiado, puede ser que lo más lejano, las estrellas, se explique mejor
que lo más cercano.
Se buscan entonces las experiencias con el “saber de las
estrellas”. En muchos casos se vuelven a distanciar de ello. Eso puede depender
de la forma de hacer las preguntas, de las intenciones que se ocultan tras las
preguntas, también de las respuestas de aquellos a quienes se dirigió la
pregunta. Pero innegablemente crece el número de aquellos que se han quedado
con la impresión: “Sí, hay algo de verdad”.
Quienes se introduzcan
más a fondo en el lenguaje de las estrellas percibirán también que “sólo
el hombre es capaz de lo imposible”. Lo imposible dentro de la existencia
creada sería conseguir la libertad. Mas el hombre es capaz de ello, es éste su
derecho y su deber.
Existen aún otras posibilidades de llegar a la astrología:
ocasiones casuales, el afán de saber general que induce a introducirse en todos
los ámbitos del conocimiento, la repentina iluminación espiritual que alumbra
un nuevo mundo nunca supuesto, y más. Si alguien se afianza en sus ámbitos de
orientación , no es preciso que la consecuencia sea cerrarse a los otros
caminos espirituales, al actual cúmulo de saber. Al contrario, los valores que
se encuentran allí se hallan a una nueva luz y se llenan de nuevas relaciones.
Incluso se vuelven “tangibles” muchos pensamientos osados. La desesperación por
la contradicción y división del pensamiento humano, que amenaza incluso al
propio pensar, halla su respuesta en el consolador descubrimiento de que el
cosmos “piensa” en procesos, en actos regidos por el orden y la armonía.
Texto tomado del “MANUAL DE ASTROLOGÍA” de François Labat, como introducción a la Astrología Antigua, cuyas claves nos conducen a los secretos ocultos tras la información que aportan los planetas, y que no nos la explica la astrología moderna tal y como la conocemos hoy en día.
Maria Florinda Loreto Yoris
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