De acuerdo al análisis de los tránsitos planetarios en la Carta Natal de Venezuela, calculados para el mes de febrero de 2014 (atención: 27F y 5M), en medio de un fuerte ambiente de conflicto y de lucha por el Poder, "el padre dará una mano al hijo", es decir, una vez más el gobierno se amparará en la ayuda al pueblo, dirigiendo la atención a la familia y a asuntos que se tratan en el seno del hogar, entendiéndose como familia a los venezolanos y como hogar al país se tratará nuevamente (y como ya es costumbre) el asunto histórico y el tema de la injerencia internacional, por aquello de que hay cuestiones que solo le incumben a Venezuela y en las que otros países no deben opinar. Se llamará a trabajar conjuntamente con todas las autoridades para preparar la proyección al futuro, para ocuparse con más interés de la educación de nuestros hijos porque, según el gobierno, nuestros hijos son los "hijos de la Patria". En este sentido, cobran importancia los temas relacionados con educación, religión, cultura y deporte (atención: financiamiento de proyectos y otorgamiento de instrumentos financieros al alcance del pueblo para su propio crecimiento y desarrrollo). Se estará dando impulso a esta iniciativa mientras el sector opositor calificará reiteradamente al gobierno de cínico y mentiroso por tratar estos temas con aparente actitud conciliadora, cuando en realidad se estarán viviendo días de tensión, ansiedad, agotamiento y depresión por el desgaste producido por las condiciones del entorno (atención: manifestaciones, disturbios, detenciones, desabastecimiento, inflación).
Los asuntos intelectuales se incorporarán de alguna manera a la vida familiar ó doméstica y las emociones predominarán sobre las ideas pudiendo causar nerviosismo y falta de concentración, habrá reacciones sensibles en lo referente a las comunicaciones (atención: medios impresos, redes sociales, internet; canales por cable) y los negocios relacionados con alimentos u otros productos y servicios para el hogar. Cobran importancia cargos ocupados por mujeres (atención: Ministerio de la Mujer, Misión Madres de la Patria) y se afianza el lema "Venezuela es feminista y la Revolucuón también"; mientras se estarán viviendo, a nivel colectivo, momentos de inestabilidad emocional, reacciones impulsivas y negativas con respecto a informaciones que saldrán a la luz, problemas inesperados y fallas eléctricas que dañan los artefactos domésticos.
Comunicacionalmente, investigaciones sobre casos de corrupción y violación a los derechos humanos serán expuestos a la nación y a la comunidad internacional, generando aún más impacto en la opinión pública. Una vez más, el caso de Venezuela será denunciado ante los organismos internacionales con la intención de obtener ayuda y una opinión objetiva y desinteresada. Dirigentes políticos viajarán a realizar reuniones donde se tratará la posibilidad de reformar el sistema político en Venezuela pero se estudiarán varias posibilidades, más que cerrar un trato en forma definitiva. En general habrá un ambiente de nerviosismo, vacilaciones, equivocaciones, interrupción de las comunicaciones y dificultades en el transporte. El gobierno persistirá en su discurso del amor, en que este es un gobierno "amigo" y que todos los esfuerzos que se están haciendo son para mejorar las relaciones entre el sector opositor y oficialista, para garantizar la paz en Venezuela y el derecho a la vida de todos los venezolanos. Se otorgarán nuevas concesiones para procurar tener al pueblo "contento", mientras los sectores afectos a la oposición alegarán que "la dignidad de un pueblo no se compra con dádivas". El sector oficial insistirá comunicacionalmente en la denominada "Campaña por la Paz y la Vida" mientras los sectores ligados a los Medios acusarán al gobierno de estar promoviendo una "Campaña de desinformación y auto-censura". Habrá un llamado a la reflexión y a "apostar por la vida", a encarar el proceso político con madurez, responsabilidad y optimismo a fin de sacar a Venezuela de la confrontación en la que vive, se hará hincapié en que los planes que se están ejecutando en el presente garantizan un mejor futuro, con mayor igualdad y oportunidades para el pueblo, mientras sectores económicos, en voz de dirigentes ligados a la oposición (atención: Consecomercio) se afincarán en que no se puede beneficiar al pueblo asfixiando al sector privado, que existe la necesidad imperiosa de modificar el actual esquema financiero porque éste obliga a trabajar más ganando menos y además genera demoras en todo lo relacionado con los negocios (atención: asignación de divisas), lo cual termina repercutiendo en el día a día del ciudadano común que es quien sufre las consecuencias de la inflación y el desabastecimiento, situación que afecta a todos por igual, sin distingo de raza, status, credo, ni color político. Las noticias no serán agradables pero habrá que tomarlas con calma. Vuelven los apagones, los desacuerdos, persisten los problemas de transporte, clima de nerviosismo y, a pesar del control de la información, persisten las manifestaciones. Salta a la palestra el tema inmobiliario. Así mismo, el gobierno promoverá actividades artísticas, musicales y deportivas en los espacios públicos (atención: Movimiento de Artistas por la Paz y la Vida), en un esfuerzo por contrarrestar el impulso violento, la falta de consideración hacia el ciudadano común al violar su derecho al libre tránsito y la insistencia en querer generar enfrentamientos a través de las manifestaciones que, desde su perspectiva, promueve el sector de la oposición.
Se colará la información de que hay descontento y opiniones divididas dentro del sector militar y esto alimentará los rumores de que se está gestando un golpe de Estado, de ultra-derecha según el gobierno y un auto-golpe según la oposición. Entre tanto, el pueblo se encontrará viviendo tiempos de represión, con el fin de evitar que haya enfrentamientos, en medio de un clima de irritabilidad.
Mientras se estarán haciendo inversiones en acciones, títulos y bonos, habrá nueva ocupación de empresas acusadas de infringir la ley al no cumplir las normas establecidas en la Ley de Precios Justos. De boca del gobierno, se le declarará formalmente la guerra al acaparamiento y a la usura, mientras la oposición alegará que se trata de un mecanismo de control para arrodillar al sector económico y tener el dominio pleno de todos los bienes de la nación. Se insistirá en que es vital promover y suscitar un cambio en el sistema político para evitar la ruina definitiva del país por mala administración gubernamental.
Se puede decir que 2014 es un año de importantes cambios y movimientos que apuntan a la reforma, en el que el movimiento estudiantil y la juventud en general juega y jugará un papel protagónico en lo referente al deseo de lograr la libertad a cualquier precio, lo cual representará una lucha persistente, a causa de la insatisfacción con el pasado. Este es un año de rebeldía contra todo lo que coarte la libertad pero los errores se pagan caro y la sociedad deberá ser muy cuidadosa para no ser nuevamente mal aconsejada o incitada ,por una dirigencia política mal organizada, a crear antagonismos que puedan ir a parar en más pérdidas (materiales y humanas), separaciones e iniciativas frustradas, en nombre de una lucha, que aunque parezca prometedora hasta el último momento, puede decaer repentinamente por no contar con el apoyo firme y contundente que requiere para confrontar a quienes ostentan el Poder (atención: FFAA).
Este es un período en el que hay que ir más despacio y con cuidado si se quieren mejores resultados que los que se obtuvieron en el pasado reciente, porque está concluyendo un lapso en el que se está poniendo fin a lo que ya no nos sirve, donde necesitamos una reorientación y esa reorientación necesita tiempo para poder consolidarse. Corren tiempos de dificultades caracterizados por limitaciones impuestas por otros, con riesgo de arrestos ó ser víctimas de la agresión de otras personas, acoso, obstáculos, desilusiones, demoras y restricciones tanto en el campo profesional como en el seno del hogar. Dada la fuerte oposición, las opiniones encontradas y la tendencia al conflicto obligarán a examinar las estrategias, tanto por parte del gobierno como de la oposición, para rectificar el rumbo político, social y económico del país, porque en los próximos siete años se hará más difícil empujar los cambios, debido a las deudas adquiridas en el presente.
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