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miércoles, 20 de julio de 2022

ASTROLOGÍA ANTIGUA Y ESPIRITUAL: Significados de las casas astrológicas usando el binario.

 

En el simbolismo religioso y ocultismo, el heptagrama se usó  en la tradición cristiana para simbolizar los siete días de la creación y se convirtió en un símbolo tradicional para protegerse del Mal. El símbolo se utiliza en algunas comunidades cristianas como el catolicismo y el cristianismo ortodoxo.


En la publicación anterior, titulada ASTROLOGÍA ANTIGUA Y ESPIRITUAL: Significados clásicos de las casas astrológicas, y que puedes consultar en el archivo del blog, te expuse los significados clásicos de las casas. Pero en la práctica corriente de los estudios hechos por François Labat, él se sintió obligado a atribuir una especial importancia al binario. Estableció que las influencias que se ejercen sobre el hombre (principio activo) no son las mismas que actúan sobre las mujeres (principio pasivo). Como se explicará más adelante, la clasificación de los signos del Zodíaco en signos masculinos y signos femeninos reviste una importancia  que en modo alguno puede desdeñarse. Siendo así, ¿no sería conveniente establecer una clasificación de las casas astrológicas según que fuesen activas o pasivas?

En las primeras, seríamos «activos», tendríamos iniciativas. Y conseguiríamos éxito porque nuestras iniciativas serían buenas y se adoptarían en el momento oportuno. Se fracasa porque las iniciativas son desafortunadas o se adoptan en una ocasión inoportuna.

En las casas del segundo grupo, seriamos «pasivos». Pueden afectarnos en ellas acontecimientos buenos o malos, hasta cuando no hayamos intentado provocarlos directamente.

Las casas se sucederían en cierto modo a pares, en este sistema. A cada casa activa sigue su casa pasiva. La cas I representa el individuo y sus posibilidades en general. La casa II representa las fatalidades, buenas o malas, que favorecerán o contrariarán la realización de estas posibilidades generales. Hay que acotar aquí que con el término «fatalidades» Labat se refiere a hechos inevitables, por eso las experiencias pueden ser positivas o negativas.

La casa III designa la actividad práctica del sujeto en el medio social en que debe desenvolverse. Como en el par anterior, la casa IV representa las fatalidades, buenas o malas, que favorecerán u obstaculizarán su acción.

Te presento ahora la interpretación de las casas astrológicas formulada de acuerdo con la teoría que se acaba de exponer y la cual Labat somete a la apreciación del lector/estudiante y al resultado de su experiencia personal.

LA CASA I: (activa) designa el individuo:

Físicamente: constitución, salud, actividad, etc.

Intelectualmente: cualidades intelectuales, reveladas por el signo de nacimiento, posibilidades del sujeto, facultades particulares, tendencias, etc.

Sentimentalmente: carácter, gustos, cualidades y defectos, aptitudes, facultades.

LA CASA II: (pasiva) nos informa sobre las disposiciones del destino en relación con la suerte del sujeto.

En buenos aspectos, la casa II anuncia la riqueza las oportunidades favorables en materia financiera, las ganancias, los aumentos de ingresos.

En malos aspectos anuncia la imposibilidad de enriquecerse, la disminución de los ingresos, las pérdidas financieras y hasta la ruina total en los casos en que los aspectos son muy malos.

LA CASA III: (activa) a esta casa concierne la actuación práctica del individuo en el medio en que está llamado a desenvolverse. En primer lugar, la casa III representa el pensamiento concreto del individuo aplicado a los actos de la vida cotidiana. Se refiere a las palabras, discursos, escritos, los asuntos que han de considerarse, las gestiones que deben emprenderse, las transacciones que han de prevenirse, etc. Es decir, el trabajo comprendido en el sentido de actividad habitual, de objetivo que se persigue, etc. Todo esto es de la incumbencia de la casa III.

Esta casa designa igualmente las relaciones con las personas próximas: compañeros, colegas, vecinos, camaradas, clientes, etc. Por lo tanto, puede ser anuncio de coyunturas o la combinación de factores y circunstancias que caracterizan una situación en un momento determinado. Significa también desplazamientos, puesto que las relaciones sociales nos obligan muchas veces a hacerlos. Finalmente, en el mismo orden de ideas, la casa III denota correspondencia.

Una casa III fuerte y con buen aspecto anuncia una actividad práctica y eficaz, ejercida en buenas condiciones. En caso de que los aspectos sean malos, presagia todo lo contrario.

LA CASA IV: (pasiva) designa por una parte el medio ambiente en que se encuentra el recién nacido al venir al mundo, es decir, la familia y el hogar; por otra parte, designa el medio ambiente particular del individuo, que ha sabido o ha podido crearse gracias a sus actividades de la casa III.

En primer lugar, se referirá a los padres, los hermanos y demás parientes que forman el medio familiar. Será también el patrimonio de la familia.

En segundo lugar, la casa IV designa también el medio particular que se ha creado el individuo: el hogar que se ha formado, su residencia, los bienes inmobiliarios adquiridos, las diversas instalaciones necesarias para el ejercicio de sus actividades, etc.

LA CASA V: (activa) nos informa respecto a las circunstancias, afortunadas o desgraciadas, que ayudan o se oponen a la actuación del sujeto. Esta es, pues, la casa de la suerte en buenos aspectos y de la desgracia en malos aspectos.

En buenos aspectos, el individuo será afortunado, tendrá buenas iniciativas y conseguirá satisfacciones, placeres, diversiones, etc. La casa V es, principalmente, la casa de los amores, de las satisfacciones de tipo sentimental, de los hijos (porque son fruto del amor). Es también la casa de las buenas especulaciones, del éxito en los juegos de azar, etc.

En malos aspectos es la casa de las iniciativas desdichadas, de los fracasos, de las pérdidas en el juego, etc.

LA CASA VI: (pasiva) tiene muy mala reputación. Sin embargo, en buenos aspectos designa las satisfacciones o las ventajas obtenidas mediante el trabajo o debidas a circunstancias exteriores favorables.

En malos aspectos, presagia disgustos, preocupaciones, dificultades, obstáculos, decepciones, fracasos, etc. Anuncia en resumen, toda clase de calamidades, que caen de improviso sobre el individuo. Figuran principalmente entre tales fatalidades, las enfermedades, los accidentes, las heridas, las operaciones, etc. La casa VI designa también el trabajo, pero únicamente en el sentido de obligación, sujeción, servidumbre.

LA CASA VII: (activa) representa las relaciones del individuo con la organización social y, por consiguiente, con los reglamentos, la legislación y las convenciones sociales.

En buenos aspectos, indica los arreglos, acuerdos, asociaciones, uniones, contratos y el matrimonio (considerado como un contrato). Incluye por extensión las relaciones en las que hay una buena comprensión, los simpatizantes, los miembros de una misma asociación, etc.

En los malos aspectos, desacurdos, disputas, querellas, procesos, rupturas de contrato, etc. En el aspecto conyugal, los malos aspectos son presagio de desacuerdos, discusiones y en los casos más graves, separación y divorcio. Por extensión, comprende también los adversarios, la gente que combate abiertamente y, en general, todos los que se hallan en desacuerdo o malas relaciones con el sujeto.

LA CASA VIII: (pasiva) es universalmente conocida como la casa de la muerte. Esto se debe indudablemente a que en la astrología científica el violento signo de Escorpión ocupa el octavo lugar empezando por Aries y se asimila a la casa VIII. Pero François Labat niega esta asimilación.

Según la teoría que expone Labat en su Manual de Astrología, la casa VIII designa por una parte las posibilidades favorables o contrarias, que ha conferido el destino al individuo en relación con las reglamentaciones sociales. Por otra parte, denota los resultados que podrá obtener en relación con sus actividades de la casa VII.

Una casa VIII fuerte y de buen aspecto anuncia, por lo tanto, ventajas substanciales procedentes de contratos, de acuerdos legales y en general de las buenas relaciones mantenidas en la sociedad. En consecuencia, es signo de matrimonio ventajoso, asociaciones provechosas, contratos fructuosos, herencias, donaciones, legados, pensiones, etc.

Una casa VIII con malos aspectos denota, por el contrario, que no habrá herencias o que se perderán, así como la falta de donaciones, legados, etc. Los contratos, asociaciones y acuerdos darán resultados perjudiciales. En muy malos aspectos hallaremos la ruptura de contratos, las pérdidas resultantes de pleitos, los daños ocasionados por adversarios, etc. Precisa señalar que, en el caso de los matrimonios, la ruptura del contrato no significa forzosamente el divorcio, sino que puede tratarse de la muerte del consorte.

En cuanto al motivo de que se pueda llamar a la casa VIII la casa de la muerte, Labat no ve más que uno: en muy malos aspectos, es posible que anuncie el fin de la relación del individuo con la sociedad, es decir, la muerte.

LA CASA IX: (activa) gobierna el pensamiento abstracto, las elevadas especulaciones de la mente, la filosofía, la política, la sabiduría. Por extensión, se le atribuye la religión, el culto, la fe, el ocultismo, la legislación (en cuanto se considera con el amplio criterio de espíritu de las leyes, pero no como regulaciones). La casa IX representa el deseo de perfeccionarse y elevarse, la tendencia al progreso, la sed de conocimientos, etc. Por lo tanto, rige los proyectos y principalmente la ambición. Por extensión, la casa IX designa los países lejanos, el extranjero y los viajes a grandes distancias. También, por extensión, indica la correspondencia con países lejanos y los medios de transporte: barcos, ferrocarriles, autos, aviones, etc.

LA CASA X: (pasiva) denota, de una parte, las posibilidades sociales concedidas al recién nacido por el destino; de otra parte, anuncia los resultados que le permitirán alcanzar gracias a su ambición y sus proyectos.

Una casa X poderosa y con buenos aspectos presagia que nada se opondrá al éxito y a la elevación social. Esperan al interesado el éxito, el prestigio, los honores, las dignidades y la popularidad. Pero si los aspectos son malos y la casa X está fuertemente afligida, cabe esperar el fracaso, los reveses, la pérdida de posición y la hostilidad de las gentes y del público.

LA CASA XI: (activa) indica las relaciones naturales del hombre con sus semejantes, es decir, las relaciones en cuanto no  están sujetas a convenciones y reglamentaciones.

En buenos aspectos, representa a los amigos, bienhechores y protectores o, por lo menos, las relaciones agradables y útiles. Por extensión, la casa XI designa las ayudas, los apoyos y los socorros dados o recibidos.

En malos aspectos, indica personas mal dispuestas u hostiles al sujeto, personas con las que deberán enfrentarse. También significa falta de apoyo, de ayuda, de protección.

LA CASA XII: (pasiva) tiene muy mala reputación. Esta mala reputación está plenamente justificada en el caso de que tenga malos aspectos, puesto que la casa XII representa entonces el resultado de la acción de las personas mal dispuestas con respecto al sujeto. En primer lugar, significa la maledicencia, la calumnia, los engaños, las trampas, las traiciones, etc. En consecuencia, es la casa de las desgracias, de las contrariedades, de los obstáculos, de las dificultades, los fracasos, los perjuicios, las preocupaciones, etc., ocasionadas por enemigos. Y como los enemigos trabajan casi siempre en secreto, es por extensión, la casa de los misterios y de las cosas ocultas o secretas. También por extensión, la casa XII designa el desánimo, las penas, la desesperanza, las ideas pesimistas, las depresiones físicas y mentales procedentes de las adversidades antes mencionadas.

Pero Labat decía que no veía lo que puede tener de terrible la casa XII, en buenos aspectos. En este caso, indica las ventajas y satisfacciones obtenidas gracias a nuestros amigos bien dispuestos y relaciones a nuestro favor. Recordemos que al ser pasiva, La casa XII sería el resultado de lo que se ha hecho en la casa XI. Conteniendo buenos aspectos,significa entonces una vida tranquila y sosegada.

En la próxima publicación te hablaré acerca de los planetas, de acuerdo con la teoría de François Labat, la cual queda a la apreciación del lector/estudiante y al resultado de su experiencia personal.

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Maria Florinda Loreto Yoris.

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