ASTROLOGÍA Y FLORES DE BACH: Constitución energética de los seres humanos.

 

CONSTITUCIÓN ENERGÉTICA

 

Nosotros los seres humanos, al igual que todo lo que existe, somos la expresión de una substancia única que está presente en todo el Universo. Esta substancia única adopta diversas características y formas, de acuerdo a la vibración de la misma. Así como el hielo y el vapor son una expresión diferenciada del agua, también el cuerpo físico humano es una expresión diferenciada del espíritu.

 

El espíritu se manifiesta con distintas densidades que van desde la más sólida hasta la más sutil inimaginable. Los sentimientos, las emociones y los pensamientos están hechos con la misma substancia que forma a los órganos físicos y solo se diferencian de ellos por el nivel de sutileza que adopta la energía en cada caso.

 

En nosotros los seres humanos, el espíritu se expresa en siete diferentes densidades: El Cuerpo Físico, Cuerpo Etérico, Cuerpo Astral o Emocional y Cuerpo Mental, que representan los cuatro cuerpos inferiores del hombre, y el Cuerpo Causal, Cuerpo Crístico y Cuerpo Divino, que representan los tres Cuerpos Superiores o vehículos espirituales.

 

El Cuerpo Físico es el más denso de todos. Le sigue el Cuerpo Etérico, el cual es un poco menos denso y lo rodea e interpenetra, reproduciéndolo en todos sus detalles. Es la contraparte energética, la copia exacta del cuerpo carnal y ante el ojo del clarividente toma la apariencia de una niebla que lo envuelve y lo interpenetra. Además, existen en él unos órganos especiales llamados Chakras, a través de los cuales son recibidas las corrientes de energía vital y un conjunto de canales llamados meridianos que, al igual que los vasos capilares, van distribuyendo estas energías.

 

Los Chakras actúan como grandes generadores electromagnéticos en forma de vórtices. Se distribuyen en el mismo orden que los colores del arcoiris, cada uno está relacionado con una glándula endocrina y un plexo nervioso mayor, y absorben la energía universal o primaria, fragmentándola en sus partes constitutivas para enviarlas a continuación a lo largo de los meridianos, al sistema nervioso, de allí a las glándulas endocrinas, después a la sangre y luego a cada órgano para nutrir al cuerpo.

 

Las emociones y los pensamientos, las imágenes con que se expresa nuestra mente, se forman en oros dos cuerpos más sutiles: el Cuerpo Emocional o Astral y el Cuerpo Mental, respectivamente.

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Maria Florinda Loreto Yoris.

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