Si bien las enseñanzas de la Astrología han sido comprendidas sólo por
la mente concreta, lo que hace que el Ego esté aún limitado por los signos del
zodíaco y por las facultades corporales regidas por estos signos, cuando
hallamos el verdadero sentido de la Astrología encontramos que el hombre
alcanza la sabiduría a la que aspira cuando puede transmutar y armonizar la
influencia de las estrellas dentro de sí mismo, con el objeto de que su
conciencia pueda operar a través de grados más sutiles.
Al aumentar el nivel de conciencia y autoconocimiento, el hombre puede
jugar un papel cada vez más activo en la elaboración de su propio destino,
aprovechando oportunidades de crecimiento y evitando desviaciones que pueden
obstaculizar su propio proceso de desarrollo.
Ahora bien, como nuestro porvenir depende de la búsqueda y corrección
de aquello que se está desarrollando dentro de nosotros mismos y que está
generando consecuencias para el futuro, si queremos alcanzar nuestro objetivo
tenemos que comprender los principios que rigen al Universo, para lo cual es
necesario que utilicemos los medios que nos permitan establecer la armonía,
porque desde el momento en que aprendamos cada lección, eliminemos los errores
e integremos dentro de nosotros mismos cada aprendizaje al que debemos llegar,
ya no habrá más necesidad de corregir y nos apresuraremos a alcanzar la
evolución.
Tomando en cuenta que la Carta Astral, usada de forma apropiada,
permite reconstruir de manera fidedigna las tendencias generales del carácter
de un individuo, así como señalar las áreas de tensión en su personalidad, y
que las Flores de Bach provienen de “plantas de un orden superior” cuya
característica fundamental es que cada esencia tiene la vibración energética
que coincide con cierta frecuencia energética del ser humano, en 1998 inicié un
estudio detallado que me permitió encontrar la coincidencia entre las
características de las flores y las características propias de cada naturaleza
zodiacal. Realicé este trabajo con el objeto de identificar de dónde provienen
los aparentes defectos que se ponen de manifiesto corrientemente, cuál es el
estado ideal al que se aspira que lleguemos y la manera más práctica y objetiva
de desarrollar ese estado ideal, siguiendo un modelo de tratamiento que permita
integrar, por medio de la ingestión de las esencias florales, los aprendizajes
básicos correspondientes a las naturalezas zodiacales, y utilizar de una manera
más efectiva la información contenida en el esquema natal, lo cual nos permite
participar de forma más activa en la resolución del presente y la
reconstrucción del destino.
Luego de más de veinte años de experiencia en el campo de la Astrología
y la Terapia Floral, cuyo estudio extendí más tarde a otros sistemas florales,
he podido ver con satisfacción que el método que propongo funciona y que, al
proporcionar una vía objetiva para una regeneración integral, nos abre el
camino hacia lo que debe ser nuestro único gran objetivo: convertirnos en
nosotros mismos para poder, entonces, cumplir nuestra misión de vida.
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Maria Florinda Loreto Yoris.
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